No hay nada como de repente obsesionarte por algo. Tarde de verano, inquietud en la toalla. Comienza un paseo que se convierte en un descubrimiento, mirando al suelo empiezo a ver como tantas veces, las pisadas de la gente por la arena. Nunca en todos estos años de playa había reflexionado sobre este tema. Huellas que se fusionan unas con otras, cruces de caminos, enfrentamientos, malformaciones increíbles y no tengo la cámara!!!!. Pero si que tengo el móvil, durante más de una hora paseando me dio tiempo a pensar en algo tan cotidiano como las pisadas en la arena.
